Le Marche ofrece una amplia variedad de vinos autóctonos de alta calidad a precios accesibles. Los colores y tonalidades de los racimos se entrelazan en las colinas, con matices amarillos y tonos azulados y morados en los tintos. El embajador de la región es el Verdicchio, que alcanza su máxima expresión en Castelli di Jesi y Matelica, un vino elegante, con personalidad y gran longevidad. El Montepulciano, una uva emblemática, se encuentra en Piceno, mezclada históricamente con Sangiovese, ofreciendo vinos sabrosos, fluidos y afrutados. El promontorio marítimo del Conero brinda vinos más estructurados, mientras que la Lacrima di Morro d’Alba, una variedad tinta aromática, produce vinos sorprendentes con buena capacidad de envejecimiento.